Su consumo es todo el año.
Tienes que elegir las que tengan las hojas de color verde
brillante y tallo terso.
Se pueden comer crudas en ensaladas, cocidas o fritas.
Tienen muchísimas propiedades para el organismo y nada de calorías.
Para conservarlas en la nevera no las laves hasta que no las
consumas.
Hay que quitarle uno a uno los tallos.
Lavar con cuidado debajo del grifo.
Poner la espinaca a cocer en agua caliente con sal.
Tienen que estar cubiertas de agua en todo momento, para que
no se resequen y tomen un color negruzco.
Por lo tanto mientras cuecen tienes que ir hundiéndolas con
una cuchara de madera.
En cuanto la cozamos se saca del caldo y se escurre,
apretando con las manos limpias para quitarle toda el agua.
Mantener en un trapo de cocina limpio bien tapada unos diez
minutos para que absorba toda el agua, antes de cocinar.
Si quieres congelar, ahora es el momento en porciones.
Una ración de espinacas es de 300 gr por persona.
No hay que cocer más de 15 minutos para no reducir mucho la
cantidad.
Si la utilizamos para ensalada nos bastara con unos 70 gramos por persona.
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